martes, 29 de diciembre de 2009

Mi aventura de ser docente

En este párrafo el autor José Esteves hace alusión a una cosa muy cierta, el ejercer el magisterio puede significar un sufrimiento y un tedio para quien no tiene la vocación o por el contrario disfrutar plenamente de la tarea de enseñar y aprender, actitudes que definitivamente repercuten para bien o para mal en los niños.Lo que Unamuno escribe es algo extraordinario que nos emociona igual que a José Esteves, ya que la tarea docente es precisamente eso, pensar y sentir. Lograr unir el aspecto humano con el educativo es de vital importancia en el logro de nuestros objetivos .Este es el objetivo: ser maestros de humanidad... a través de las materias que enseñamos, o quizás, a pesar de las materias que enseñamos; recuperar y transmitir el sentido de la sabiduría; rescatar para nuestros alumnos, de entre la maraña de la ciencia y la cultura, el sentido de lo fundamental permitiéndoles entenderse a sí mismos y explicar el mundo que les rodea.Yo creo que como dice una canción “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Los maestros también tenemos que construir nuestro quehacer docente día a día y tratar de que cada día sea mejor que el otro

Mi confrontación con la docencia.


 Mi confrontación con la docencia.
Cuando mi familia regresó del estado de Veracruz aquí a Huauchinango, no tenía un panorama muy claro respecto a lo que podía seguir estudiando debido a que ignoraba las opciones que tendría aquí, sin embargo, yo admiraba a mi hermana porque era quien había logrado terminar la carrera de Química industrial, y, al observar sus tareas, su dedicación y su trabajo, decidí (según mi corta experiencia) que yo quería estudiar lo mismo que ella, así que, me inscribí en el curso de verano del CBTIS, después en el curso de Técnico en alimentos aprobando mi examen. Sin embargo, mi decisión fue puesta en la mesa de debate familiar, porque tengo tres primas que estudiaban entonces para maestras  y le dijeron a mi padre que me convenía más entrar a la normal ya que salían con su plaza segura, mi hermana me orientó respecto a lo que implicaba la carrera de Educadora y me convencieron de estudiar para maestra de preescolar.  Habiendo pasado la fecha para inscribirse y debido a la demanda, la escuela normal abrió una nueva convocatoria y más por decisión de mi familia que propia presenté mi examen de admisión y fui aceptada. Como siempre me han gustado las bellas artes y en esta carrera se hacen muchas cosas relacionadas con las mismas me empezó a gustar esta combinación entre el arte, la pedagogía y el estudio del desarrollo infantil, y fue así como inicié mi carrera de docente. Después al egresar de la normal mi plaza me fue asignada automáticamente y trabajé en un alejado pueblito un año, después en otro pueblo un año, en el siguiente otro año, en otro diez años y posteriormente llegué a trabajar a Huauchinango. Nunca  me he arrepentido de haber estudiado esta profesión, me siento muy bien y me gusta hacer mi trabajo. Esta labor me da la oportunidad de transformar para mejorar la vida de los niños, incluso de sus familias y para mi significa contribuir a elevar la calidad educativa  de los pueblos y de nuestro país, poner mi granito de arena en esta enorme labor es una de mis grandes satisfacciones, y ahora que la RIEB esta implicando cambios en la educación me siento mucho más responsable de brindar elementos importantes en el primer nivel de la educación básica que impliquen innovaciones en la práctica educativa que desempeño. Ver a mis ex alumnos convertidos en todos unos profesionales y el aprecio y reconocimiento  de los padres es mi mayor satisfacción. Las insatisfacciones pueden ser muchas pero nunca han sido motivo de desaliento si no de enfrentar los retos y sentir en carne propia la satisfacción del deber cumplido a pesar de los pesares que puede llegar a tener la profesión. Entre otras cosas quiero mencionar que un ciclo escolar no me alcanza para lograr todo lo que yo quisiera en mis alumnos, si fuera posible continuaría educándolos. Otro aspecto que muchas veces me ha ocasionado desilusión es el sistema de gobierno ya que repercute mucho en la educación, desde las más altas jerarquías hasta las decisiones de los jefes inmediatos,  que muchas veces  se preocupan por todo menos por el aprendizaje de los niños del país. Pero siempre he pensado que desde mi trinchera puedo dar y hacer lo mejor por  la educación de mis alumnos, sin importar el olvido de los que enseñe y sin esperar  reconocimientos, porque mi verdadera esencia es mi ser y la labor que desempeño.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Hola espero les agrade y les sirva en algun aspecto educativo.